(Texto extraído íntegro del 7mo capítulo del libro "Cura Energética" del Dr. Richard Gerber lanzado en 1988. Título original: La curación con esencias florales revolucionada: El aporte de Gurudas a la síntesis de la medicina vibracional)
A comienzos de 1983 una compañía que se llamaba Pegasus Products Inc. empezó a distribuir una serie de nuevas esencias florales, a través de los centros dedicados a la curación esotérica. Estas nuevas esencias se disponían en un formato de exposición especial, lado a lado junto a un segundo grupo de remedios vibracionales denominados elixires de gemas. Esta "exposición" venía acompañada de un folleto de una sola hoja, que relacionaba los usos energéticos y terapéuticos de los elixires de gemas y las esencias florales. En la parte superior del folleto aparecían citadas varias obras en donde podía buscarse más información sobre los tratamientos vibracionales; y entre dichas obras destacaba un texto de referencia titulado Flower essences and vibrational healing, por Gurudas.
Varios meses más tarde apareció en los estantes de las librerías especializadas en guías médicas de la escuela holística un libro que contenía una gran variedad de guias de medicina holística ya publicados anteriormente. Entre sus tópicos nada comunes, contenía descripciones científicamente detalladas de las propiedades físicas y energéticas de 108 nuevas esencias florales. Algunas de estas flores habían sido descritas ya entre las esencias FES, pero desde luego no con tanto grado de detalle. Además describía técnicas de las relaciones energéticas entre las esencias florales y los remedios homeopáticos. En este extraordinario y definitivo texto de medicina vibracional Gurudas recogía y anotaba las informaciones adquiridas en charlas de Kevin Ryerson, un destacado médium en el área de informaciones técnicas de naturaleza parapsíquica, equiparable en muchos aspectos con Edgar Cayce. Una parte significativa de los materiales contenidos en Esencias florales y curación vibracional fue recogida durante una serie de conferencias en las que actuó Ryerson y tomó parte Gurudas, celebradas en San Francisco durante el ano 1980. El grupo había organizado estas reuniones con Ryerson al objeto de adquirir material técnico canalizado sobre el uso de diversas esencias florales, y entre los presentes en tan extraordinarias sesiones se hallaron el mismo Gurudas y Richard Katz, el fundador de la Flower Essence Society (FES). Después de estas sesiones del año 1980, Gurudas siguió en contacto con Ryerson para recoger más datos sobre las esencias florales y concretar las informaciones exploradas en sesiones anteriores de canalización.
Conviene dejar sentado aquí que el material inédito obtenido por estas canalizaciones ha servido para establecer lo que hoy podríamos considerar como una nueva tecnología de cura, aunque las raíces del método sean bastante ancestrales en realidad. Los primeros progresos en el desarrollo de las esencias florales como sistema de curación en el siglo XX se deben a las investigaciones del doctor Edward Bach, que como hemos mencionado era también sensitivo además de clínico. La información canalizada por medio de Kevin Ryerson apunta no solo a los mecanismos bioquímicos y energéticos sutiles de la acción de las esencias florales y sus posibles aplicaciones curativas, sino que además señala direcciones a una futura investigación científica necesarias para convalidar los datos ya obtenidos. Bajo esta óptica, los efectos de estas nuevas esencias florales así como su actividad, deben considerarse una forma terapéutica experimental.
El libro Esencias florales y curación vibracional es un logro notable por la cantidad de información diversa de carácter técnico que logra reunir acerca del uso terapéutico de las esencias florales y de otras terapias vibracionales relacionadas. El uso histórico de las esencias florales se describe en un capítulo dedicado a los descubrimientos y a la inspiración del doctor Bach. Aquí Gurudas llega a una deducción interesante, cuando sugiere que quizás fue Rudolph Steiner quien inspiró a Bach induciéndole a emprender la exploración de las propiedades curativas de las flores. El famoso metafísico Steiner pronunció en Inglaterra una serie de conferencias sobre temas médicos, a las que Bach pudo haber asistido cuando era todavía interno en prácticas.
El capítulo histórico sobre los orígenes de la aplicación de las esencias florales a la curación pasa a describir detalladamente su uso en las civilizaciones remotas, descritas en textos esotéricos, tales como la Atlántida y Lemuria. En la primera parte del libro, Gurudas expone varias técnicas para la elaboración y la potenciación de las esencias florales, y explica los intrincados mecanismos mediante los cuales aquéllas influyen sobre el sistema energético humano. La segunda parte se dedica a la exposición detallada de cada esencia y de sus propiedades; en esta explicación especifica los niveles energéticos sutiles en los que actúa cada esencia, y se da la lista de las indicaciones para cada una. Al final de esta parte Gurudas organiza los datos en forma de prácticas tablas de vademécum clínico, en donde relaciona los usos terapéuticos de las diversas esencias y los sistemas individuales de energía con los que interaccionan.
A diferencia de cualquier otro texto anterior de medicina vibracional, concede gran atención a los mecanismos energéticos sutiles y fisiológicos, a través de los cuales los remedios vibracionales influyen sobre el organismo humano; de este modo, el libro contiene informaciones que casi nunca se habían publicado ni descrito con lanía precisión. Siempre que las circunstancias lo permiten, cita las referencias a los textos esotéricos que sustancian las afirmaciones del material canalizado. Sirva de ejemplo esta cita textual de la elegante y sencilla descripción de los mecanismos mediante los cuales las energías de las flores se transfieren del agua al sistema humano:
En este proyecto evolutivo, las flores eran y son la propia esencia y la máxima concentración de la fuerza vital en la planta; son la experiencia que corona el proceso de crecimiento vegetal. En ellas se halla la combinación de las propiedades etéreas [de la planta] y la culminación de la fuerza vital, por lo que suelen intervenir en el aspecto de fertilidad del desarrollo vegetal [...]. La esencia en sí, naturalmente, es el patrón electromagnético de forma de la planta. Así como en varias de esas formas se encuentran elementos nutritivos de los que tomamos para alimentar el cuerpo físico, así también las flores y otras formas vegetales descargan diversos parámetros de energías biomagnéticas; además la potencia de la fuerza vital es máxima en la zona de floración [...]. [Las esencias preparadas a partir de las flores] son una mera impronta etérea, ya que no se transmite en ellas ninguna sustancia física. En esa elaboración tratamos estrictamente con la vibración etérea de la planta, o con la inteligencia de ella. El sol al incidir sobre el agua infunde en ésta la fuerza vital de la flor, y ésa es la que se transfiere a los seres humanos cuando éstos asimilan dichas esencias vibracionales.
Además de cargar el agua con la impronta vibracional de las flores, Gurudas menciona el empleo de elixires de gemas, que se elaboran de una manera similar, dejando que la luz del sol infunda en el agua las propiedades cristalinas exclusivas de ciertas piedras preciosas y otros minerales. Luego proporciona una descripción de cómo ejercen sus efectos las esencias sobre el cuerpo físico y los cuerpos sutiles de las personas, todavía más fascinante que la justificación energética del método de insolación para elaborar las esencias florales. En el pasaje que describe la anatomía sutil hallaremos muchos de los conceptos expuestos en capítulos anteriores, así como algunas informaciones nuevas que tendremos ocasión de explorar más adelante. Se postula que existen interacciones terapéuticas entre el cuerpo físico y el vehículo etéreo, así como los demás de frecuencias superiores, mediadas por los patrones energéticos de las esencias florales, y lo que resulta de particular interés para nosotros aquí, que el cuerpo físico reviste particulares propiedades cristalinas, a las que compara con las del cuarzo, describiendo el papel de éstas en la conformación de un sistema energético sutil especial a nivel de las estructuras físico-celulares. En capítulos ulteriores tendremos ocasión de examinar a fondo las propiedades curativas y energéticas del cuarzo y de otros minerales cristalinos. La siguiente descripción de las propiedades cristalinas del cuerpo humano revestirá especial relevancia cuando pasemos a tratar de la curación con cristales:
Cuando se ingiere o utiliza como pomada una esencia floral, un remedio homeopático o un elixir de gemas, aquéllos recorren un camino específico a través del cuerpo físico y los cuerpos sutiles. En principio quedan asimilados por el sistema circulatorio [sanguíneo]. Seguidamente el remedio se establece a medio camino entre los sistemas circulatorio y nervioso; la polaridad entre ambos sistemas origina una corriente electromagnética. De hecho existe entre ambos y en relación con la fuerza vital y la conciencia una relación íntima que la ciencia moderna no ha comprendido todavía. La fuerza vital actúa de preferencia a través de la sangre, mientras que la conciencia prefiere servirse del cerebro y el sistema nervioso. Estos dos sistemas contienen propiedades similares a las del cuarzo y una corriente electromagnética. Las células de la sangre, en especial los glóbulos rojos y los blancos, soportan más bien las propiedades del cuarzo, mientras que el sistema nervioso contiene en mayor medida la corriente electromagnética. La fuerza vital y la conciencia utilizan estas propiedades para intervenir en el cuerpo físico y estimularlo.
De esta posición intermedia entre los sistemas nervioso y circulatorio el remedio pasa por lo general directamente hacia los meridianos; y de éstos, la fuerza vital del remedio se propaga a los diversos cuerpos sutiles, lo chakras, o retorna directamente al cuerpo físico, pasando al nivel celular por medio de varios portales existentes entre el sistema nervioso y el circulatorio. Su recorrido es determinado por el tipo de remedio y el temperamento de la persona.
Los tres portales principales por donde la fuerza vital del remedio puede reingresar al cuerpo físico son el cuerpo etéreo y el fluido etéreo, los chakras y la piel, con sus propiedades silíceas o cristalinas. El fluido etéreo es aquella parte del cuerpo etéreo que rodea el cuerpo físico y que lleva la fuerza vital a las células individuales, El cabello, con sus propiedades cristalinas, transporta la fuerza vital, pero no es un portal de ingreso. Determinadas partes del cuerpo físico actúan como portales para la fuerza vital de un remedio vibracional, en virtud exclusivamente de su asociación con diferentes chakras o meridianos. La fuerza vital de un remedio vibracional por lo general gravita hacia un portal determinado, aunque pueda retornar al cuerpo físico a través de varios otros.
Después de traspasar uno de los portales previamente descritos, la fuerza vital discurre a medio camino entre los sistemas nervioso y circulatorio antes de alcanzar el nivel celular y las zonas desequilibradas del cuerpo físico. Todo este proceso se desarrolla instantáneamente, aunque por lo general debe transcurrir algún tiempo antes de que se observen los resultados.
De acuerdo con esta interpretación, las energías sutiles de las esencias florales se abren paso por entre los sistemas físicos de la circulación sanguínea y los nervios hasta llegar a los meridianos. Entre los caminos de conexión que menciona figura, por lo visto, algún tipo de red de energía electromagnética, cuyo flujo se localiza entre la corriente sanguínea y el sistema nervioso. De esta red energética, en concreto, no dice nada la mayoría de los fisiólogos esotéricos anteriores, aunque algunos investigadores como Itzhak Bentov han observado trayectorias especializadas de resonancia energética que vinculan el sistema circulatorio con el nervioso durante la meditación. Volveremos sobre el modelo de Bentov más adelante en el capítulo que dedicamos a la meditación. Por estas trayectorias electromagnéticas, se afirma, las energías vitales de las esencias florales alcanzan los meridianos; como hemos visto en capítulos anteriores, los meridianos son un mecanismo clave de interfaz energético entre los vehículos de frecuencias superiores y el cuerpo físico.
A través de los meridianos, las energías alcanzan los chakras y los diversos cuerpos sutiles. Este flujo inicial ascendente de las energías vitales contenidas en las esencias hacia planos energéticos cada vez más altos es de sentido contrario al habitual flujo descendente de las energías superiores hacia el plano físico. Es como si la energía volviese sobre sus pasos, encaminándose hacia niveles progresivamente más sutiles para ser reintegrada a los dominios de frecuencia superior apropiados. Es como si la fuerza vital de las esencias y los remedios necesitara ser amplificada y procesada en estaciones retransmisoras especiales, como los chakras, para su correcta utilización por parte de los sistemas celulares del cuerpo físico.
Se habla de otros centros de retransmisión/procesamiento de la energía sutil en el plano celular, en los que intervendría la red cristalina aludida en la cita anterior. El tema de las estructuras cristalinas del cuerpo humano es una cuestión que pocos físicos modernos han abordado todavía, ni mucho menos entendido. Algunos teóricos de la bioelectrónica, como Becker y Szent-Gyorgi, han intentado comprender e interactuar terapéuticamente con los sistemas de amplificación de energías inherentes a la red celular del organismo a través de la aplicación de teorías relativas a los sistemas electrónicos y semi conductores.
Recientemente, la ciencia ha reconocido la existencia de líquidos paradójicamente provistos de cualidades cristalinas, los hoy llamados cristales líquidos. Aunque posean algunas de las propiedades energéticas de los sólidos cristalinos como el cuarzo, los cristales líquidos, a diferencia de los minerales que se encuentran en la naturaleza, suelen ser de origen inorgánico. Al parecer existe en el organismo toda una red energética sutil que utiliza esas estructuras biocristalinas, y esa red cristalina tiene que ver con la asimilación y el proceso de las energías sutiles de los remedios vibracionales. En los siguientes párrafos de Gurudas (que cita el material canalizado por Kevin Ryerson), aparece mencionado de nuevo el principio de la resonancia bioenergética en relación con los componentes cristalinos de los sistemas de energías sutiles que forman parte esencial del cuerpo humano.
Existen en el cuerpo físico y en los cuerpos sutiles, diversas estructuras cristalinas similares al cuarzo, que intensifican el impacto de. los Remedios vibracionales. En el cuerpo físico son las sales celulares, el tejido graso, la linfa, los glóbulos rojos y los blancos y la glándula pineal. Esas estructuran cristalinas forman en el organismo un sistema completo, no identificado ni entendido adecuadamente todavía por la medicina moderna.
Las estructuras cristalinas funcionan por resonancia simpática. Existe una sintonía entre las propiedades cristalinas del cuerpo físico y de los sutiles, los etéreos y los muchos remedios vibracionales, en particular las esencias florales y los elixires minerales. Estas propiedades corporales multiplican la fuerza vital de los remedios vibracionales hasta un nivel de intensidad que hace posible su asimilación. En realidad estas propiedades cristalinas son estaciones de retransmisión para que las energías más etéricas penetren en el cuerpo físico. Así resulta posible una distribución equilibrada de las diversas energías en las frecuencias correctas, que estimulan la eliminación de las toxicidades para promover la salud. De una manera similar, en un aparato de radio las vibraciones de radiofrecuencia inciden sobre un cristal, que entra en resonancia con la alta frecuencia, la absorbe, y transmite a través del circuito las audiofrecuencias que podemos oír físicamente.
La amplificación de los remedios vibracionales permite que su fuerza vital llegue más pronto y en condiciones más estables a las partes desequilibradas del cuerpo. Estos remedios purifican el aura y los cuerpos sutiles, de manera que los desequilibrios no sigan perjudicando a la salud. Aunque esto pueda parecer extraño, hay que recordar que otras energías sutiles, como los ultrasonidos y las microondas, han sido denunciadas por la ciencia por sus efectos perjudiciales. ¿Por qué no habría de ser posible que otras energías sutiles diferentes promuevan la salud?
La alusión a las energías sutiles de frecuencias concretas que facilitan la expulsión de las toxicidades de la enfermedad por parte del organismo nos recuerda otras explicaciones anteriores de este mismo libro, cuando describíamos cómo ejercen sus efectos terapéuticos sobre el ser humano los remedios homeopáticos. La red cristalina del cuerpo humano colabora a la conversión y la distribución de las energías sutiles de los remedios homeopáticos y de las esencias florales, permitiéndoles hallar sus caminos de acción más idóneos.
A fin de cuentas la acción terapéutica de un remedio o de una esencia floral depende del nivel energético en que aquéllos ejercen su máximo efecto. A lo que parece, los remedios homeopáticos tienen su efecto energético más intenso en el plano físico/molecular, aunque algunos estudios clínicos sugieren que también los remedios homeopáticos pueden afectar a niveles más elevados como los chakras e incluso al cuerpo emocional/astral. Con ellos se han obtenido, por ejemplo, espectaculares resultados en casos de psicosis maníaco depresiva y esquizofrenia. Tales efectos pueden ser debidos, por un lado, a la corrección de los desequilibrios neuroquímicos asociados con estas enfermedades, y por otro, al influjo del remedio homeopático sobre otras perturbaciones energéticas de los órdenes sutiles, también relacionadas con la enfermedad.
Las esencias florales parecen especialmente potentes para inducir cambios en los chakras y los cuerpos sutiles, aunque algunas curan asimismo por acción directa en el plano del cuerpo físico. Los remedios homeopáticos emiten quantums vibracionales de frecuencias específicas que según parece entran más fácilmente en resonancia con la estructura físico/molecular del cuerpo celular; pero la homeopatía influye también sobre los chakras y los cuerpos sutiles. Las esencias florales contienen una concentración más alta de fuerza vital, y poseen cualidades no muy diferentes de lo que pudiera ser una tintura o extracto de energía de pura conciencia. Debido a esta calidad vibracional sutil, determinadas esencias florales logren influir eficazmente sobre los cuerpos sutiles y los chakras, con el objetivo de mejorar su coordinación con el cuerpo físico frente a la presencia de patrones disfuncionales.
Los remedios homeopáticos por lo general derivan de la materia inorgánica densa, mientras que las esencias florales tienen una concentración mucho más alta de fuerza vital. El remedio homeopático a menudo, reproduce vibracionalmente la enfermedad física de la persona, con la finalidad de expulsar de su organismo ese desequilibrio. La homeopatía unifica los cuerpos sutiles, pero también actúa en el plano vibracional de la estructura molecular. La homeopatía representa un puente entre la medicina tradicional y la medicina vibracional.
En cambio, las esencias florales regulan el flujo de la conciencia y del karma que ha creado el estado patológico. Influyen sobre los cuerpos sutiles y sobre las propiedades etéricas de la anatomía, para repercutir luego gradualmente sobre el cuerpo físico. El hecho de que procedan de las flores, que son el lugar de máxima acumulación de la fuerza vital en las plantas, es la principal razón de que las esencias florales concentren más fuerza vital que otras modalidades de la medicina vibracional.
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