El modelo de salud que predomina en nuestro mundo occidental, se estructura en el concepto mecanicista y cartesiano que separa la mente del cuerpo y trata a ese mismo cuerpo como si fuera una máquina.
El modelo mecanicista cartesiano estudia y considera al ser humano en partes y omite el hecho de que las personas existen en varios niveles, cada uno de estos con su importancia inherente, así como omite también el hecho de que cada individuo es único y merece ser visto y tratado como tal. Este mismo modelo, presupone también ser de responsabilidad exclusiva del médico el curar a los pacientes. Y para que esto suceda, el paciente deberá conceder al médico poderes (casi divinos), sobre su cuerpo y por o genera e paciente será pasivo en este proceso.
Hoy en día, como consecuencia de una búsqueda humana que nos viene trayendo conocimientos antiguos, apoyados y justificados por los nuevos conceptos de la Física Quántica y de la Física de Einstein, aparece un nuevo modelo de Salud. En este nuevo modelo, se consideran todos los niveles del ser humano, incluyendo el más olvidado en nuestro mundo científico: el lado espiritual.
En contraparte, este nuevo modelo exige del paciente que asuma responsabilidades por su propio proceso de curación; que comprenda que las presiones del pasado, los estados emocionales y momentos de estrés, lo han conducido a la enfermedad. Por esto mismo, cambios de actitud y en el estilo de vida, y remanejo de conductas podrán venir a ser necesarios.
Dentro de este nuevo modelo, han surgido muchas nuevas terapias. Todas, sin excepciones, usadas en la Antigüedad más remota por chamanes o sacerdotes y hoy adoptadas por médicos, psicólogos, terapeutas y diversos tipos de sanadores. Entre ellas, la Terapia Floral.
Orígenes de las Esencias Florales
El trabajo con el reino vegetal hace parte del conocimiento universal. En 12.000 años de Historia Humana, desde que el hombre salió de las cavernas y descubrió la agricultura, la humanidad se cura con yerbas y plantas.
Las Esencias Florales han estado en uso por milenios. Existen textos que confirman remontar sus orígenes a la antigua China. Los aborígenes australianos a su vez, ingieren flores por más de 40,000 años. También en la Medicina Ayurvedica (que tiene en la India, por lo menos 60,000 años de antigüedad), se utiliza agua de pétalos de flores en bebidas y masajes.
También hacían uso de las flores, pueblos como los egipcios, los africanos, los malayos, los aztecas y los mismos incas. En Occidente, hallamos también breves menciones de su uso en antiguos relatos de filósofos como Platón y Sócrates, que en días de meditación buscaban, el rocío hallado en los pétalos de algunas flores, para aliviar ciertos estados emocionales en desequilibrio.
La Terapia Floral en la actualidad, se mantiene firme en la intención de auxiliar a la humanidad a transformar su sufrimiento. Las esencias florales en general, ayudan a transformar el dolor en entendimiento, liberando así nuestra sabiduría de vida o Sabiduría Existencial.
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